¿Y qué si es verdad?
¿Y qué si la vida es llevar un carrito de la compra cada vez más lleno, ver pies ajenos con uñas feas y aguantarte los pedos por el qué dirán?
Y marearte cuando vas hacia atrás en el autobús, odiar la voz de un niño que no para de cantar, ver una y otra vez los mismos sitios, la monotonía de un trabajo mal pagado, la rutina de unos pies que caminan sin pensar, unos ojos sin maquillar que sonríen tristes...
¿Y qué?
Que nunca toque la lotería, que las puertas se abran y se cierren solas, que todos hablen un castellano incomprensible para mí, que sólo piense en frases que únicamente una copa de vino puede entender.
¿Y qué?... ¡Y mucho!
Que todo está construido de una forma armónica aburrida. Que yo no veo las cosas así. Que quiero armonía desequilibrada y asimétrica. Mi pequeño desorden y yo. Y tú.