La piel se esconde tras el telón rojo de un escenario que no estaba preparado para la obra que se interpretó ayer.
Un solo sonido sin vértices, redondeado por una canción.
Engaños de una habitación que no pagué y unas caricias que no quería y no desprecié.
Siento la primavera en mi imaginación aunque el invierno no haya hecho más que empezar.
¿Crees en los finales felices? ¿Crees en lo imposible?
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