Se trata de trenes.
Y de minutos exactos.
De eso y nada más.
De oir cómo pita anunciando su salida y montarte en él.
Sólo es eso.
De su destino. De su final.
Se trata de llegar justo en ese minuto y querer subirte a él.
Si no, el tren se irá sin ti.
¿Subes?
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