Un abrazo extrañado, una espera de adicción.
La sobriedad de las palabras ebrias,
una historia y su traición.
Que si los besos son adictivos,
que si el tiempo, que si el suspiro te susurra...
Que si el tiempo... que si los labios, que si los miedos.
Que las casualidades no existen, que no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario