jueves, 19 de noviembre de 2009

Al azar

Hablo siempre que hay que callar.
La ausencia de ceniza no significa que no haya habido fuego, al igual que podemos encontrar cenizas donde jamás ardió nada.
De verdad, equivocarme sobre cómo desatar un nudo de mis botas de monte es lo que más me preocupa ahora mismo. Al igual que buscar la lógica en algo que no la tiene.
Buscar dimensiones desconocidas, acabar proyectos que algún día comencé; y proteger mi lado más sensible, ése que un día se protege él solo y al día siguiente necesita ser sujetado por un andamio de acero.
Descubro el porqué del linchamiento ceremonial mensual, o en ocasiones semanal. No me soprende el resultado, no me sorprende que no me impacte.
El meteorito colisionó hace tiempo en Marte.
Y yo no quiero ir a un parque de atracciones, primero quiero montarme en el columpio y volar. Y volar.
Alguien me dijo que lo comlplicado es bello. Me quedo con eso.

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