Detente y piensa. Piensa. Piensa en el lanzamiento de una bomba. En sus consecuencias, en qué puede llegar a significar. El principio o el fín.
Bajo los diferentes cielos que encuentras en tus pensamientos encontrarás lluvia, sol, nuevos horizontes y veranos interminables.
Agóbiate y te percátate de que te lastima, por decirlo suavemente. La bomba, lo sabes, acabará por destruir muchas de las cosas que conoces.
Tienes sueño, cierras los ojos y te ves en una ciudad con mar, lejana. Gente con arapos grises, mujeres con vestidos coloridos, putas y caballos. Caballos marrones.
Te desperezas y te aburres. Tienes fiebre, pero no sabes de qué tipo. Y mientras el sueño vuelve a envolverte, intentas decidir si acompañar a esos ojos a su destino puede ser una buena idea.
Tus ojos se cierran y sueñas. Y en ese sueño explota una bomba. Una bomba que arrasa con todo lo que conocías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario