Busco algo, cualquier cosa, una excusa. Pero ni a mí me sirve. No sé ni si quiero esa excusa. No sé si la necesito.
Hay veces que no sabemos, ni de excusas, ni de colores marrones y grises, ni de melancolías y tristezas. Ni leemos, ni escribimos, ni sonreímos, ni lloramos. Sólo sentimos. Sólo siento. Aunque no sepa si es frio o calor. Y de pronto, todo como vino, se va. Todo. Y no sabes si es bueno o malo, azul o verde. Y de pronto, te olvidas de tí, o de mí; y vuelves a pensar en otra cosa. Tal vez intentando ocultar algo que no deberías. Tal vez intentando buscarte una nueva excusa. Seguramente, buscando una absurda excusa que no sabes ni si la quieres o ni si te servirá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario